Me atrae la novela histórica, es un género que encuentro muy prometedor, pero a menudo me encuentro con decepciones ya que me resulta complicado encontrar novelas de este género que me enganchen y me entretengan. Creo que es un problema de ritmo: no es que yo tenga nada en contra de las novelas pausadas y que se recrean en los detalles, pero creo que hay que ser un excelente escritor para solventar esos momentos en los que «no pasa nada».
Por lo tanto, para disfrutar una novela histórica tengo que estar muy interesada en la época en la que se ubica (cuanto más atrás mejor; novelas prehistóricas, sobre la Antigua Grecia o relacionadas con las tribus celtas) o encontrarme con una novela que tenga algo especial. Mi madre, en cambio, devora este tipo de novelas, y me va pasando de vez en cuando libros que mezclan la novela histórica con mi preferida, la novela de misterio.
Hoy quiero hablaros de «El árbol de los Jenízaros» y «La serpiente de piedra«, de Jason Goodwin. Se enmarcan en los últimos momentos del Imperio Otomano, y su protagonista es el investigador eunuco al servicio del sultán, Yashim Togalu, un hombre metódico y tradicionalista amante de la buena cocina y con la capacidad de pasar desapercibido en casi cualquier sitio, una buena habilidad para un detective. Estas novelas mezclan la trama detectivesca y de misterio con el tratamiento formal de la novela histórica.
Tenía pendiente de lectura el segundo, ya que el primero lo leí hace unos años, pero lo comencé y me di cuenta de que casi no recordaba nada el anterior. Así que aquí estoy, con una relectura rápida de «El árbol de los Jenízaros» para poder sumergirme en la segunda aventura de Yashim el eunuco y ofreceros una reseña.
Y ahora una pregunta: ¿Qué novelas históricas son vuestras preferidas?